MISCELÁNEA

HE PASADO EL COVID SIN VACUNAR (PARTE 1)

Me gustaría compartir con vosotros esta reflexión, antes de pasar a hablar de cómo he pasado el covid. Es época navideña, y muchos de nosotros no podremos juntarnos con nuestros familiares de la manera en la que nos gustaría, o llevábamos esperando todo el año. Otros muchos sí, y el tema de las cenas de navidad va a ser evidente. Disfrutad de vuestras familias, y aprovechad los momentos de soledad para reflexionar, como yo lo estoy haciendo.

El individuo se ha ahogado en la masa

A estas alturas de la película, que no es corta ni ligera, debo decir que he perdido toda mi fe en la humanidad. Me asombra cómo en pleno siglo XXI, las mismas personas que se sorprenden ante como la sociedad pudo permitir tal o cual barbaridad, puedan caminar con tanta firmeza hacia el totalitarismo más clásico y de manual posible. Y el motivo es exactamente el mismo que en las anteriores veces: el miedo irracional.

El individuo nada tiene que ver con la masa, y ésta tiene su propia identidad. La masa es tonta, pasional, no tiene memoria y no requiere de argumentos. Requiere de manipulación emocional, miedo y mentiras, para que camine por dónde los dirigentes quieran. No es complicado entonces, llegar a la conclusión que al ser la masa estúpida, lo más sencillo es darle simplificaciones extremas (ya hablaba de ello Bernays o Goebbels) ,a las que nuestro cerebro que es muy amigo del proceso heurístico, se apagará sin problema alguno.


No es fácil evitar caer en este juego, los humanos a estas alturas somos ya un tipo de animal gregario más. Yo mismo me he visto muchas veces en la tentación de buscar información solo que apunte en dirección a lo que quiero creer, muchas veces casi caigo en pensar que una persona era inepta por opinar lo contrario que yo solo porque sus fuentes de información podrían ser diferentes. Muchas veces he estado a punto de caer en el juego de los ingenieros sociales, y creerme que existen dos bandos. Pero este no es el camino hacia el conocimiento. Los dos bandos no son reales. Los únicos dos bandos que siempre ha habido y siempre habrá, parafraseando a Orwell, son los bajos y los demás:

“Los altos quieren quedarse donde están; los medianos quieren arrebatarle su puesto a los altos; los bajos quieren abolir todas las distinciones y crear una sociedad en la que todos sean iguales.”

Los medianos utilizarán a los bajos para sustituir a los altos, mediante promesas de cambios, grandeza e igualdad. Cuando la falsa revolución haya triunfado, habiendo los bajos hecho un sacrificio incalculable, los medianos pasarán a ser los altos, los altos pasarán a ser los medianos, y los bajos seguirán siendo los bajos. 


Simplemente es esto. ¿Tan difícil es de ver? No me cabe duda que sí, en gran medida por culpa de la sobreinformación, que a riesgo de repetirme, ya anunciaba Orwell que sería el arma para manipular, creando una sensación de información genuina en los oídos de aquel cuyo cerebro estuviera siendo lavado.

La profecía de '1984' que muchos ven cumplida: "Estatuas y calles  renombradas. El Partido lleva siempre razón" - Cultura - COPE

En opinión del autor, un cartel muy acertado


No es pues de extrañar, que viviendo en una sociedad donde sigue pensando en términos de nosotros contra vosotros, tenga que hacer unas aclaraciones antes de compartir mi experiencia: Los medios de comunicación se esfuerzan en asociar la imagen de una persona que no se ha vacunado de covid19 con absurdas ideas antivacunas, 5g, conspiraciones de chips, turbios temas de beber lejía… en general, un tipo de propaganda que ya hiciera el Reich de una manera bastante prolífica con los judíos. Algunos medios de comunicación nos han dicho que somos ratas, asesinos o cucarachas, que no somos solidarios y que matamos a la gente. Se han quebrantado nuestros derechos humanos más básicos exponiéndose las corruptas estructuras de los estados, cuyos poderes judiciales han apoyado sin una base científica, que se nos impidiera la entrada a sitios. En algunos estados, se nos está obligando a vacunar, y detienen a personas por la calle si no tienen el pasaporte de vacunación vigente. Esto no es un drama conspiranoico, esto está pasando en Australia, Luxemburgo, Francia o Austria. La sociedad permanece callada, y lo que es aún peor, incluso se erigen paladines de sus amos, en pos de crear una estigmatización social, que ya tiene precedentes históricos en muchos aspectos.

Typhus and lice in Jewish ghettos: Nazi doctors' perverse groupthink.

«Los judíos propagan el tifus», cartel de propaganda del Reich


No somos antivacunas, muchos ni siquiera estamos en contra de esta vacuna, sencillamente creemos que igual que no nos hemos vacunado antes de ninguna enfermedad estacional leve, no lo íbamos a hacer ahora. No creemos en tonterías de 5g, chips o bebemos lejía. Muchos tenemos formación científico técnica del más alto nivel. No somos ignorantes ni analfabetos ni ningún tipo de psicópata, enemigo de la sociedad, ni asesinos, ni insectos. Somos personas con una opinión y con derecho a elegir.


 Muchos de nosotros tenemos más miedo a las vacunas que al virus.

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