MISCELÁNEA

Porque me gusta ayunar

Hoy en día los beneficios del ayuno para la salud están suficientemente contrastados como para que la información acerca de ellos abunde por todos los canales, sin embargo, quiero compartir contigo los motivos por los cuales me gusta ayunar. Vemos por todas partes las palabras cetosis, autofagia, factor neurotrófico del cerebro, péptido, catecolaminas, metabolismo… a estas alturas, muchas personas que comenzaron a practicar el ayuno, al seguir informándose leyendo bibliografía científica al respecto, ya deben tener conocimientos bastante superiores en nutrición que la mayoría de dietistas y médicos a los que fueron anteriormente. Y es que, vivimos en tiempos dónde el que no sabe es porque no le apetece, porque no quiere saber o porqué no sabe lo que quiere saber, ya que conseguir información de calidad es sencillo y gratuito (también información falsa y sesgada pero en esto entran en juego ya otros factores que abarcarían otro post).


Ayunar no solo es beneficioso para tu salud.


Sin duda está libre disponibilidad y acceso de la información ha intensificado el cambio de paradigma, alejándonos de esa titulitis de la cual siguen quedando ciertos remanentes arcaicos, y liberando al conocimiento de esas prisiones en las que se encontraba, muchas veces manipulado y liberado con cuentagotas, con ciertos propósitos. Al final el ser humano está configurado para ser práctico y responder de una manera mucho más sencilla a los hábitos que le traen beneficios corto-placistas, que a aquellos, que aunque sean exponencialmente mejores, dependan de la paciencia del beneficiario por su lento proceso. El ayuno tiene ambos tipos de beneficios: los que se recogen de manera casi inmediata y los que se siembran para ser recogidos, quizás incluso décadas más tarde. ¿Cuales son los beneficios que una persona pragmática sería capaz de ver de manera rápida al comenzar a ayunar sin tener que mirar un estudio científico? De todos ellos, te detallo los más relevantes en el porqué me gusta ayunar:


Tiempo libre

Parece evidente pero hasta que no te das cuenta del tiempo que dedicas a: organizar una tarea, comprar la comida, preparar la comida, comer, recoger, limpiar y volver a la tarea… no eres consciente del impacto en tiempo y horas que requiere comer. Sobretodo si antes comías 4-6 veces al día. Cuando dejas de comer, ¡no sabes qué hacer con tanto tiempo! e incluso te sientes confuso. Para no romper demasiado los esquemas de pausa, lo que hago es sustituir las comidas por una infusión o una pausa para beber café, y con esto consigo despejar la mente, otro buen motivo de porque me gusta ayunar.


Concentración mental

No es extraño que las personas que comiencen a ayunar decidan dedicar sus nuevas energías y tiempo a emprender nuevas actividades. Da igual lo que hayas leído sobre la neurogénesis, el funcionamiento neuronal de las cetonas o el bdnf, hasta que no ayunas no te das cuenta lo mentalmente ágil que te sientes y la sensación de ligereza y energía que te acompaña, sobretodo los primeros días.


Disciplina y autocontrol

Ayunar pone a prueba tu disciplina y tu autocontrol, esto se verá reflejado en todos los aspectos de tu vida. El autocontrol es un músculo que se entrena y que se atrofia y ayunar es uno de los entrenamientos más duros con el que puedes entrenarlo.


Disfrutar de la comida

Cuando estás algunos días sin comer, todos tus sentidos se multiplican en intensidad, pero hay dos que se potencian al extremo: el gusto y el olfato. No solo serás capaz de oler comida a distancias increíbles apreciando todos sus matices, sinó que cuando vuelvas a comer, saborearás con una intensidad que creías imposible o habías olvidado. Elige bien con que alimentos harás tu primera comida postayuno y disfrútalos. Recuerda que tienes la misma biología que los humanos de hace cientos de miles de año, e igual que les pasaba a ellos, todo tu sistema de recompensas orgánico está preparado para darte el gran premio. ¡Has conseguido comida después de una etapa de ayuno! ¡Aquí llega tu refuerzo! ¡Disfrútalo!


Ahorro económico

En este apartado puedo permitirme ser breve: Si no comes, no consumes. El ayuno ahorra. Seguro que cada final de mes miras ingresos/pagos mensuales: Bares, almuerzos, comidas, cenas, supermercados,… No hace falta ayunar para darnos cuenta de la cantidad de dinero que destinamos a la comida y el impacto que supondría reducirlo.


Duermo como un bebé

Si llevas un estilo de vida sano, comes y entrenas adecuadamente cuerpo y mente, lo más probable es que descanses bien. Pero confía en mi cuando te digo que hay dos sueños que llevarán tus descansos a un nuevo nivel: el que se hace a las 24-36h de ayuno y el que se hace después de una carga de carbohidratos que sigue a un entrenamiento de fuerza completo.


Libertad a la hora de comer 

Es un hecho irrefutable que controlar lo que comes es lo más importante que puedes hacer por tu salud y apariencia física. Pero es igual de irrefutable que nuestro cuerpo está programado para disfrutar de los alimentos que menos nos convienen. Gracias al ayuno y al conocimiento que de tu cuerpo te ha hecho tener el ayunar, puedes planificar pequeños descontroles controlados donde saciar tus más bajos instintos alimenticios.  Sin pasarse, controla el descontrol.


Mejora de rendimiento físico 

Desde que comencé a entrenar en ayunas, intento entrenar no habiendo comido nada en las últimas 5-6h previas al entrenamiento. Se con certeza que si eso pasa rendiré mucho menos y me sentiré pesado. Menos dominadas, menos velocidad, ritmo cardiaco más elevado… pero es lógico. ¿Dónde quieres la sangre, en tus músculos o en tu estómago o intestinos?.

Me gusta ayunar, ¿y a ti?

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